jueves, 27 de junio de 2013

Impresoras 3D: una revolución está en marcha


Una impresora 3D es una máquina capaz de realizar "impresiones" de diseños en 3D, creando piezas o maquetas volumétricas a partir de un diseño hecho por ordenador. Surgen con la idea de convertir archivos de diseño gráfico asistido por ordenador (CAD) en prototipos reales.

En la actualidad son utilizados para la matricería o la prefabricación de piezas o componentes, en sectores como la arquitectura y el diseño industrial. El sector en el que este tipo de herramientas resulta más común es el de las prótesis médicas, donde resultan ideales dada la facilidad para adaptar cada pieza fabricada a las características exactas de cada paciente.

En esencia, la impresora 3D consta de tres motores, uno por cada eje X, Y y Z -ancho, alto y profundidad- que van a obedecer las instrucciones que le envíe el microcontrolador. Este último elemento es el auténtico cerebro, ya que traduce la información del archivo CAD del ordenador a esos motores. Otra pieza clave, el estrusor, será el artista que irá esculpiendo la pieza según cada uno de esos movimientos o impulsos.

Hasta el momento, la mayoría de las impresoras 3D en el mercado se alimentan de un filamento de plástico. El estrusor calentará ese hilo hasta los 230 grados centígrados para poder trabajar con él. Si queremos, también podemos cambiar ese componente por otro que permite crear figuras de chocolate utilizando para ello una temperatura diferente, Otro material muy común es un polvo de escayola o celulosa que más tarde hay que reforzar con otro tratamiento.

Es un mercado en expansión. Las cifras hablan por sí solas. Durante el año pasado, el mercado de la impresión en 3D ya facturó unos 1.705 millones de euros en todo el mundo, con un aumento del 28,6 por ciento sobre 2011. La firma consultora Wohlers Associates vaticina para 2019 que esa cifra supere con holgura los 5.000 millones de euros.

Sus aplicaciones son ilimitadas y, en ocasiones, realmente milagrosas. No son pocos los usos que se vislumbran en el mundo de la medicina. Ya hay empresas especializadas en reproducir en resina, gracias a impresoras 3D todo tipo de implantes dentales. Pero las prótesis suponen un solo capítulo. Ahora se investiga con la regeneración de tejidos e incluso órganos, utilizando para ello como material, células madre. Bioimpresoras las llamarían.

Como todos los inventos, existe otra historia pero en sentido negativo. Se trata de la pistola Liberator. A través del servicio de descargas Mega, de Kim Dotcom, a los responsables de la empresa Defense Distributed no se les ocurrió otra cosa que publicar el plano en formato CAD de un arma de fuego real. Antes, ya habían mostrado la arquitectura parcial del rifle AR-15. Pues nada más y nada menos que 100.000 descargas después y de que varios usuarios demostraran en vídeos que su creación funcionaba perfectamente, decidieron eliminar el archivo de la red.

Según informa el diario económico El Economista, existe un floreciente mercado detrás de estas impresoras . No obstante, si queremos ganarnos la vida montando nuestro propio negocio de reproducciones en 3D , deberemos contar con una máquina realmente profesional. El administrador del principal foro en España sobre el tema, www.impresoras3d.com, lo deja claro: "Para poder entrar en este sector de la impresión 3D , que ten por seguro va a dar mucho juego, debes de invertir una cierta cantidad de dinero importante, ya que cuanta más calidad puedas ofrecer y materiales poco frecuentes en el mercado, mucho mejor".


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