El PVC es uno de los materiales plásticos más antiguos. El PVC es el producto de la polimerización del monómero de cloruro de vinilo a policloruro de vinilo. Es el derivado del plástico más versátil. Este se pueden producir mediante cuatro procesos diferentes: suspensión, emulsión, masa y solución, a partir de dos materias primas naturales (sal: el 57% y el petróleo: 43%). Desde hace 50 años ha ido mejorando hasta convertirse en un producto utilizado universalmente, pues es versátil, económico y respetuoso con el medioambiente.
El PVC, por sus propiedades termoplásticas permite ensamblar sus elementos mediante soldadura y sin mediar otro tipo de material, y por su bajo módulo elástico es ideal como aislante acústico en ventanas y para la fabricación de instrumentos musicales.
Tiene una elevada resistencia a la abrasión, junto con una baja densidad (1,4 g/cm3), buena resistencia mecánica y al impacto, lo que lo hace común e ideal para la edificación y construcción. Al utilizar aditivos tales como estabilizantes, plastificantes entre otros, el PVC puede transformarse en un material rígido o flexible, característica que le permite ser usado en un gran número de aplicaciones.
Para la fabricación de instrumentos musicales, estaríamos hablando del PVC rígido, como el que se usa en las tuberías. En este aspecto, tendríamos dos interesantes cualidades:
1) Buenas cualidades acústicas.
2) Precio barato.
Buenas cualidades acústicas también las tienen otros materiales como la madera, la alpaca, o el latón. Entonces, ¿cuál sería la ventaja competitiva de usar el PVC para fabricar instrumentos musicales? Evidentemente, la enorme ventaja del bajo coste de la materia prima.
Internet está lleno de "manitas", auténticos artesanos que fabrican instrumentos musicales, principalmente flautas, a partir de tuberías de PVC.
Y como se puede comprobar no suenan nada mal:
¿Se imagina alguien flautas traveseras o saxofónos de PVC? Todo puede ser posible.
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